PRÁCTICAS
Adularás mis largas piernas contra toda voluntad.
El mero contacto visual devendrá tremebundo cuerpo. Pese a que me ruegues, supliques, rebuznes y llores, no quedará otro cantar que sucumbir a mis pies.
Ya rendido, con el cuerpo pesado, observarás ansioso los rincones buscando las pocas fuerzas que te quedan para soportar el frío golpe de mi látigo, que pese a no ejecutarse, amenaza latente. Te acaricio la cara con el cuero rojo, esgrimo mi fusta apuntando con fuerza, la detengo una vez más antes del impacto.
Me regocijo viendo tu cara de susto, una y otra vez, me río más y más fuerte, mientras los tacones marcan el ritmo que inicia este ritual. Un gusto agridulce recorre tu boca, me adoras y me temes…
Soy Ludovica, y esta suerte de relato podría ser uno de los tantos comienzos de nuestra historia; vivencias de las cuales sólo son testigos las paredes y los recovecos más oscuros de la memoria.
Historias que se escriben con sangre, con tinta sangre de corazón.
Cuyo caso de que estés ansiado de que la tinta empiece a correr, te sugiero que me contactes vía WhatsApp al teléfono indicado; estoy abierta a escuchar diversas propuestas, para que juntos lleguemos a un acuerdo.
Y para todos aquellos curiosos que no se atreven aún a la experiencia física, les comento que escribo relatos a pedido, permitiéndoles que desde el confort y la privacidad de sus hogares puedan indagar en sí, mientras el texto se subleva en la piel, erosionado cada límite en un sublime dolor.