PRÁCTICAS
Soy Princess Cleoco y ahora entras tú en juego: como mi buen esclavo, admirador o incluso cerdo pagador, debe ser un absoluto honor y una necesidad para ti asumir mis caprichos.
Quieres verme feliz y por supuesto llamar un poco mi atención, ¿verdad, pequeño? ¿Qué más obtienes de mí por pagar mis cuentas? ¡Mi dedo medio extendido y la certeza de que aprecio con arrogante dominio que eres mi fiel servidor y que me alegro por ello!